El pasado 3 de octubre nos desplazamos a New York el Profesor Jerónimo Sáiz, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares y Jefe de Servicio de psiquiatría del Hospital Ramón y cajal y yo mismo, Dr. F. Sanjuán, neurocirujano y director médico de la Unidad de Neuromodulación e Investigación “Neurocavis”, con motivo de la presentación de un póster en el Congreso de la Asociación de Psiquiatría Americana (APA), a cerca del caso clínico de un paciente varón de 32 años diagnosticado desde su juventud de un proceso depresivo resistente, que experimentó una crisis epiléptica de corta duración mientras se le administraba un tratamiento de Estimulación Magnética Transcraneal Profunda (DTMS), que se saldó con una respuesta afortunada y sin consecuencias posteriores.
Se trata de un paciente sano, sin antecedentes familiares o personales de crisis epilépticas, afecto de una depresión resistente de larga evolución, que tras la administración de las 20 sesiones recomendadas de EMTP por protocolo y haber experimentado una mejoría clínica y psicométrica considerable en los test de Hamilton, decidió extender el tratamiento para reforzar su mejoría. En la primera sesión de prolongación, experimentó una crisis tónico-clónica generalizada de unos 15-20 sg de duración que cedió espontáneamente. La probabilidad de desarrollar una crisis epiléptica en pacientes sin antecedentes de interés mediante la EMT se estima inferior al 0,1%.
Se le realizó un estudio EEG prolongado de siete horas de duración, tratando de reflejar toda la actividad cerebral y descartar la presencia de anomalías en vigilia y sueño. Ante la normalidad absoluta del trazado, se procedió a la impregnación cerebral con Benzodiacepinas a dosis ansiolíticas, 15 mg IM de Valium la noche anterior y 10 mg VO una hora antes del tratamiento. Con esta pauta se lograron administrar otras cuatro sesiones de EMTP, una semanal, hasta completar el tratamiento. Su mejoría permitió rebajar sus fármacos a tan solo dos de ellos de los cinco que ingería de forma sostenida así como retomar su trabajo de policía local.
Conclusión
En casos extraordinarios de intolerancia, escasa o mala respuesta a los fármacos habituales en procesos depresivos resistentes, agravados en numerosas ocasiones por pensamientos o intentos autolíticos, las opciones de tratamiento más allá de la psicoterapia, la meditación o la actividad física, las alternativas terapéuticas están limitadas a la terapia electroconvulsiva (TEC) y en los últimos años, de forma coadyuvante, a técnicas “no invasivas” de Neuromodulación cerebral como la Estimulación de Corriente Eléctrica (tDCS) y la Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva (EMTr), bien superficial o profunda. Entre estas últimas, la Estimulación Magnética Transcraneal Profunda, ha dado muestras evidentes de mejorar la respuesta frente a la estimulación superficial, limitada a la corteza prefrontal dorsolateral izquierda (CPFDL), siendo por tanto de elección.
El desarrollo de estudios preliminares contemplando la combinación de EMTP y el empleo de benzodiacepinas en situaciones límite de depresiones resistentes, es una opción a contemplar en ensayos clínicos futuros.